SUCEDIÓ EN VALLADOLID

 

INUNDACIONES Y TORMENTAS

 

Para hablar de las grandes inundaciones que ha sufrido Valladolid a lo largo de la historia, tenemos que tener en cuenta que antes de que los ramales de La Esgueva fueran desviados y encauzados al recorrido actual, la ciudad se encontraba dentro de, más o menos, un triángulo formado por nuestro Pisuerga y los dos ramales de La Esgueva que recorrían el actual centro de la ciudad, lo que favorecía que las crecidas de los ríos anegaran las calles de la ciudad.

 

La primera inundación registrada data del 20 de febrero de 1168, aunque, al parecer, no se conocen datos de los perjuicios ocasionados.

 

La siguiente de la que se tiene noticias fue en febrero de 1405, cuando toda España sufrió abundantes lluvias y los ríos de nuestra ciudad se desbordaron.

 

El 8 de enero de 1435, según la Crónica del rey Don Juan II, la villa sufrió otra inundación por la gran crecida del Pisuerga y La Esgueva, que afectó a la cerca y muchas casas, sobre todo en la Costanilla, hoy calle Platerías.

 

Según Hernando del Pulgar, cronista de los Reyes Católicos, también en 1489 se desbordaron los ríos,  y de nuevo el 5 de mayo de 1511 hubo una gran crecida, que según Floranes "se llevó las aceñas".

 

Nuevas crecidas y desbordamientos acaecieron el 29 de enero de 1527, que al parecer, está documentada por los daños en puentes y edificios, la del 24 de mayo del año siguiente, el 4 de febrero de 1603 y el 10 de octubre de 1614.

 

Calle inundada por la Esgueva en 1924

 

El de 4 febrero de 1636 llegó la inundación más trágica, con el resultado de más de 900 casas hundidas y más de 150 fallecidos, que merece un capítulo aparte y cuyo enlace te dejo a continuación:

 

LA TRÁGICA INUNDACIÓN DE 1636

 

Nuevos sustos dieron nuestros queridos ríos el 5 de febrero de 1692 y en enero de 1702, cuando la gente iba en barca por las calles Platerías y Esgueva, aunque, afortunadamente solo se produjeron pequeños daños materiales.

 

El cronista Ventura Pérez vivió personalmente y contó en su "Diario de Valladolid" las siguientes grandes inundaciones que sufrió la ciudad, como la del 5 de diciembre de 1739, la del 2 de enero de 1741. la del 6 de mayo de 1759 y la del 12 de abril de 1769, que relata así:

 «subió el río hasta media vara en la ermita de San Roque, que está encima del puente; cubrió las aceñas y subió cerca del tejado de la casa del pescado, que le faltaría como cosa de una vara; llegó á la escalerilla de piedra de San Nicolás; las esguevas del recejo subieron en los caños de la Catedral en las escalerillas, sólo se veían tres escalones; no se dice hiciese daño notable, sí sólo en molinos y aceñas. Empezó á bajar dicho día, á las doce del día, aunque por algunos días estuvo creciendo, que fué grande la cantidad de agua que vino, que si fuera de una vez no sé yo cómo nos hubiéramos visto. E l pan lo pasaron en carros por el puente por no poder pasar las panaderas á causa del agua que entraba por junto á la ermita de San Roque; lo llevaron á la casa del Almirante y á la casa de las Aldabas, y allí lo daban por las rejas á doce cuartos pan».

 

El Pisuerga tapa los ojos del Puente Mayor a principios del siglo XX

 

Las siguientes fueron la del 13 de diciembre de 1774 y la del 25 de febrero de 1788, esta útlima comparable, por los daños causados, a la de 1636.

 

LA INUNDACIÓN DE 1788

 

Las siguientes inundaciones llegaron en el siglo XVIII, la primera el 12 de enero de 1821 y la siguiente el 7 de febrero de 1823, aunque ninguna de las dos causó demasiados daños. No así la del 19 y 20 de febrero de 1855 que volvió a inundar las calles Esgueva y Tintes, y las plazas de la Libertad, Solanilla y Portugalete. Nuevas crecidas hubo 15 de Enero de 1881 y el 13 de febrero de 1900, para empezar el siglo XX.

 

También recién estrenado el siglo XX, no tuvimos una inundación producida por los ríos, pero si cayó sobre Valladolid "la Tormenta del Siglo", como la llamaron. Fue el 8 de julio de 1904, cuando la lluvia nos trajo, nada más y nada menos, que 104 litros por metro cuadrado en solo unas horas anegando calles, locales y viviendas. Fue la mayor tormenta caída sobre Valladolid.

 

Ya en el siglo XX el Pisuerga, y a pesar de ya estar encauzada la Esgueva, nuevas crecidas y sustos proporcionaron nuestros ríos.

 

Siempre se ha dicho que la Esgueva, cuando viene con agua de sobra, tiende a buscar sus dos antiguos cauces por la ciudad, y así ocurrió en 1924.

 

El 27 de marzo de 1924 nuestra Esgueva se salió de su cauce y buscando su recorrido original inundó las calles Paraiso, Marqués del Duero, La Puebla y la Plaza de la Solanilla. Más de 400 casas se vieron afectadas, varias se derrumbaron, y más de mil vallisoletanos tuvieron que abandonar sus viviendas.

 

LA INUNDACIÓN DE 1924

 

De nuevo entre el 24 y 28 de enero de 1936, a consecuencia de las grandes lluvias caídas, la Esgueva y el Pisuerga tomaron la ciudad. El primero llegó a alcanzar hasta 4 metros sobre su nivel normal, inundando los barrios de San Andrés, La Pilarica, Pajarillos, los Vadillos, y parte de San Pedro, en algunas de sus calles el agua llegó a alcanzar un metro de altura. De nuevo las barcas tomaron las calles para ayudar a los vecinos a salir de sus viviendas inundadas, más de 5.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares y tres casas se hundieron en la plaza de San Juan. No hubo víctimas, pero los daños ocasionados fueron enormes.

 

La calle Don Sancho en la inundación de la Esgueva en 1936

 

En diciembre de 1961, un temporal con abundantes lluvias, que duró 18 días, provocó un deshielo acelerado. Nuestros ríos incrementaron su cauce de forma alarmante, y el 3 de enero de 1962, a las 6.30 de la mañana, el Pisuerga alcanzaba 8 metros de altura sobre su nivel normal. El agua tapó los ojos del Puente Mayor, inundó Las Moreras, el Paseo de Isabel la Católica, parte de la plaza del Poniente y dicen que llegó hasta Correos. Una casa del Barrio España y el edificio de la calle Curtidores números 8, 10 y 12 se vinieron abajo, afortunadamente no hubo daños personales, pero de nuevo los daños materiales fueron cuantiosos.

 

La Rosaleda bajo las aguas del Pisuerga en 1962

 

El 1 de septiembre de 1999, no hubo inundación de los ríos, pero si una tromba de agua que dejó 56,3 litros por metro cuadrado, la segunda más grande acaecida en Valladolid, que provocó grandes atascos en la ciudad.

 

Por último, recordar la última gran crecida del Pisuerga. El invierno  había sido muy lluvioso, con continuas borrascas, y esto provocó el tener que desembalsar agua de los pantanos que estaban a rebosar. Como consecuencia de esto y de que la lluvia seguía cayendo, el Pisuerga a su paso por Valladolid el 6 de marzo de 2001 alcanzó unos niveles excepcionales, llegando a los 2.340 metros cúbicos por segundo, según la Confederación Hidrográfica del Duero, cuando el cauce admite unos 1.900 como máximo. Esta vez "solo" se inundaron parte de la Huerta del Rey y del Barrio de Arturo Eyries, resultando "ahogados" más de 50 automóviles en el aparcamiento del edificio de la calle Padre Francisco Suárez, situado junto al puente, entonces, de García Morato.

 

Fuentes consultadas:

"Valladolid Recuerdos y Grandezas" de Casimiro G. García. Edición Facsímil editada por Grupo Pinciano 1980.

Hemeroteca de ABC

El Norte de Castilla

Hemeroteca de La Vanguardia

 

 20-10-2017