Lo primero es que sepamos de donde viene el nombre de Los Vadillos, así lo explica Juan Agapito Revilla en su libro Las Calles de Valladolid:

"Los Vadillos » se llamaba, y se sigue titulando, aunque ya no hay motivo para ello, una extensa zona de terreno que estaba fuera de la tercera cerca de la población, próxima al portillo de la Pólvora. El brazo Sur del Esgueva pasaba casi  junto a esa puerta, y el río nunca muy caudaloso, se extendía por el terreno por lo poquísimo profundo de su cauce, lo cual daba lugar a que se vadease con gran facilidad, sin descalzarse algunas veces; y de ahí el nombre que adquirió, o dieron al paraje de «Los Vadillos», es decir «vado» de poca importancia. Que ese «vado» de escasa profundidad, es muy antiguo, bien se demuestra en la última donación que consta hizo el conde Pedro Ansúrez, nada menos, a la iglesia de Santa María la Mayor de Valladolid, por él espléndidamente fundada y dotada".

Hasta los años 40 del siglo XX la zona de la plaza de los Vadillos, solo era un descampado, con alguna pequeña casa por la zona, siendo la construcción más famosa el Puente Colorado del Ferrocarril.

Dos imágenes del Puente Encarnado,

donde lo importante es todo lo que no hay alrededor

Fotografías conseguidas en las red sin indicación de autor o procedencia

Junto a él durante muchos años, hasta bien entrados los años 60, los chavales de los Vadillos, Batallas y Pilarica iban a darse un buen chapuzón en verano, aunque hoy parezca increíble.

El Puente Colorado en la actualidad

Hablar de la Plaza de los Vadillos, realmente es hablar del Barrio de los Vadillos, ya que primero se fueron formando las primeras calles con casas molineras construidas sin ningún orden por humildes familias, a las que incluso ellos mismos llegaron a dar nombre.

Veamos algunas de ellas:

La Calle Centro, en teoría llamada así por estar más o menos en el centro del barrio que se estaba formando, o eso pensaron sus vecinos.

La Calle Higinio Mangas lleva el nombre de uno de los dueños de los terrenos, así como la Calle de Isaac Quintero, que fue un señor que compró unos terrenos, se hizo su modesta casa y vendió el resto. También la Calle Palomares debe su nombre a un obrero que se hizo su casa molinera y dijo, pues esta es mi calle y como se apellidaba Palomares, pues eso.

La Calle de las Maravillas, se llama así por culpa de un ferroviario que utilizó sus ahorros para construir su humilde morada en el entonces Paraje de los Vadillos, y pensó que su pequeño huerto iba a convertirse en una maravilla y así llamó a la calle.

La Calle San Rafael, Calle del Porvenir y Calle de la Unión, nombre que dieron los primeros vecinos que construyeron sus humildes casas allí, casi todas de una sola planta, las llamadas casas molineras.

Plano de 1945 donde podemos empezar a ver lo que luego sería la Plaza de los Vadillos

Hubo tres cosas importantes que rodeaban la futura plaza y que no eran exactamente la alegría de los vecinos del barrio que se iba formando.

Plano de 1952 donde todavía no se ve la plaza,

pero si las calle que habían ido surgiendo por su cercanía con la Plaza Circular

Uno era el río Esgueva, que cada vez que se enfadaba, se desbordaba y anegaba las humildes casas de las calles; otra fue la famosa Cerámica Silió, cuyo hollín sufrían todos los vecinos de la zona; y la tercera era la Cervecera de la calle Santa Lucía cuyo olor inundaba la zona.

La plaza, seguramente a principio de los años 60

La casa Cuartel en 2021

En 1956 se construyeron los primeros edificios de la plaza: la Casa Cuartel de la Guardia Civil, hoy deshabitado,

y la casa de solo dos pisos de la esquina de la Calle Palacio Valdés. El resto de edificios que conforman la Plaza fueron construidos entre 1964 y 1969.

Hoy la plaza tiene un mejor aspecto del que tuvo, aunque no destaque por su belleza, pero dispone de una buena parte arbolada con bancos y juegos infantiles.

En la plaza se encuentra la escultura "Homenaje al Deporte" (2008), del escultor Alberto García Gutiérrez.

En la Plaza desembocan o pasan las calles:

El tramo nuevo de la Calle Verbena, aquel que durante muchos años fue un estrecho y lúgubre paso de la plaza a la Calle Santa Lucía.

La calle del Doctor Montero, donde está iglesia parroquial de Santa María Micaela, que la une con la Plaza de la Danza, lugar donde se encuentra la reconvertida Cerámica Silió y su Chimenea.

La reconvertida cerámica en la hoy Plaza de la Danza

La Calle Silió que debe el nombre a la antigua cerámica.

La Calle Higinio Mangas, calle San Rafael y Calle Casasola, esta última nos lleva al túnel que sortea el ferrocarril.

La calle Palacio Valdés que nos lleva hasta el Esgueva y la Calle Santiago Rusiñol que la une con la Plaza de Luis Braile, conocida popularmente como de las adoratrices.

Fuentes consultadas:

"Las Calles de Valladolid" de Juan Agapito Revilla, edición facsímil editada por Grupo Pinciano

Recuerdos propios

09-06-2023