Este paseo une la Plaza de Colón con el Paseo de Zorrilla, teniendo toda su acera derecha ocupada por un lateral del Campo Grande, y ahí se encuentra la llamada puerta del Príncipe, que da entrada al paseo del mismo nombre, con sus dos leones vigilando la entrada. El nombre completo de esta puerta es del Príncipe Alfonso, ya que la mandó construir el Ayuntamiento en 1859 en honor al futuro rey Alfonso XII. Al parecer la puerta se ha movido en varias ocasiones y los leones originales del escultor  Nicolás Fernández de la Oliva desaparecieron. Los que hoy podemos contemplar son de 1998 y los realizó el vallisoletano Rodrigo de la Torre.

Antes de ver lo que hay ahora en la otra acera, recordemos lo que hubo en el pasado, y lo primero que hubo fue nada, solo un campo donde paraban los pastores con sus rebaños antes de entrar en la ciudad. Recordemos que desde la Puerta del Campo, que estaba en el actual cruce de calle Santiago con Claudio Moyano, todo estaba extramuros, y los terrenos del hoy Campo Grande y Acera Recoletos, entonces llamado Campo de la Verdad o de Marte, se dedicaban a otros menesteres, además de pastar el ganado, como duelos y ejecuciones tanto civiles, como militares o de la inquisición.

Así era el hoy Paseo de Filipinos en 1787, según el plano de Diego Pérez

Fue a partir de estar la Corte en Valladolid en el siglo XVI, cuando esta parte de la ciudad se empezó a poblar con conventos y hospitales situados fuera de la muralla.

Puerta del Príncipe del Campo Grande

Empezando desde lo que hoy es el Paseo de Zorrilla, en los terrenos que hoy ocupan los antiguos edificios del Hospital Militar, construido en 1933, estuvo el convento del Carmen Calzado desde 1552 hasta la exclaustración del convento en 1835, siendo destinado a Hospital Militar y la iglesia a almacén.

Los edificios del antiguo hospital hoy pertenecen a la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León y están dedicados a varios servicios sanitarios, como el Centro de Salud Casa del Barco o el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León.

En este tramo llama la atención un pequeño edificio de ladrillo con una nave detrás. Fueron las oficinas y cocheras de los tranvías eléctricos que funcionaron en la ciudad entre 1910 y 1933. Estos edificios, fueron utilizados durante la Guerra Civil como centro de reclusión de prisioneros, por el ejército franquista. Hoy en ellos se encuentran las dependencias del Centro Militar Deportivo y Cultural de San Isidro.

En parte de los terrenos del convento del Carmen, hoy hay edificios de viviendas, se abre el comienzo del Paseo Arco de Ladrillo y también otra serie de edificios que tienen la curiosidad de haber crecido en altura con el paso del tiempo.

Un poco más adelante, estuvo desde 1743 el convento y colegio primitivo de los Agustinos Filipinos. El edificio actual se comenzó a construir en 1759 y se concluyó de forma definitiva a principios del siglo XX.

A continuación según nos dice Juan Agapito Revilla en su libro "Las Calles de Valladolid": "... hubo una rinconada en donde hubo una puerta que llamaron de la Pestilencia, y casi lindando con esta la casa del Chapitel, restos de las que fueron de la hacendada familia de los Tamayos ... Las «casas del Chapitel» fueron construidas en 1572, cuya fecha estaba grabada en un sillar hacia el camino llamado entonces «de la Pestilencia»". Estas casas desaparecieron estando en ruina hacia 1755.

Iglesia de San Juan de Letrán

Seguimos caminando hacia la plaza de Colón y llegamos al antiguo hospital y asilo de San Juan de Letrán, fue fundado en 1550 y el edificio original perduró hasta 1675. El edificio actual es de 1732. En 1897 la iglesia fue cedida a las religiosas de María Reparadora que construyeron al lado su nuevo convento.

Convento de la Laura

Justo al lado estaba el Convento de la Laura, fundado hacia 1606. Aunque no tenía valor arquitectónico, el convento fue muy conocido en Valladolid, por poseer una copia de la Sábana Santa de Turín, donada por su fundadora, a la que la leyenda la atribuía poderes milagrosos, y por tanto muy venerada. Los tuviera o no, el caso es que a partir del Domingo de Resurrección se celebraba una romería y fiestas que duraban tres días, esta era la "Feria del Sudario".

Feria del Sudario

Durante esta feria se instalaban tenderetes de comida y artesanía en el Paseo de Filipinos, y más modernamente en la Acera Recoletos se colocaban tiovivos y atracciones de feria para los niños. El "Sudario" se celebró durante varios siglos, hasta mediados del siglo XX. Fue derribado a finales del siglo XX. En sus terrenos hoy están el Hospital Campo Grande y las dependencias de Deportes y Turismo de la Consejería de Cultura.

Y por último, ocupando parte de la hoy Plaza Colón y de la Estación del Norte, estuvo el Convento de San José de los PP. Capuchinos, construido en 1637. Abandonado ya por los capuchinos en 1820, se le dio varios usos a los edificios hasta que fueron derribados en 1860 dado su mal estado.

Este paseo ha tenido varios nombres; "Acera de Capuchinos" por el Convento de San José, durante mucho tiempo se conoció como "Paseo de San Juan de Letrán" por la iglesia, luego "Paseo de Filipinos" por el colegio e iglesia, pero el 28 de mayo de 1931 el Ayuntamiento acordó llamarlo " Paseo de Blasco Ibáñez por el novelista valenciano, y finalmente, por acuerdo de la Comisión Gestora Municipal de fecha 28 de abril de 1937, repuso el nombre de "Paseo de Filipinos".

Fuentes Consultadas

"Las Calles de Valladolid" de Juan Agapito Revilla

"Valladolid Recuerdos y Grandezas Tomos I, II y III de Casimiro G. García-Valladolid

"Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid" - Parte 1ª de Juan José Martín y Jesús Urrea

"Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid" - Parte 2ª de J.J. Martín y F.J. de la Plaza

El Día de Valladolid Jesús Anta - jueves, 16 de enero de 2020

18-02-2022