Al parecer, ya en el siglo XVI existía el primitivo tramo de la actual calle de Tirso de Molina que iba entre las actuales de Santa Clara y Portillo de Balboa, pero denominando el paraje, que no calle, bajo el nombre de "Las Once Casas".

Y así aparece en el plano de Ventura Seco de 1738, en el que podemos ver que solo estaba el convento de Santa Clara, que poseía una gran extensión de terreno, y que el resto eran huertas, las denominadas de Gondomar, donde se encontraba el Portillo de Balboa que luego daría nombre a la calle, y por supuesto las once casas.

En esta esquina estuvo el "Portillo de Balboa", que luego dio nombre a la calle

Según Juan Agapito y Revilla, las famosas once casas eran propiedad del convento de Santa Clara, ocupaban la acera de los actuales números impares y tenían planta baja y piso.

En el siglo XVII se consideró al paraje como vía pública, denominándose "Callejuela de las Once Casas": "callejuela que empieza su latitud desde la calle real de Burgos o Santa Clara y finaliza frontero a la puerta y entrada de las quatro huertas que llaman de Gondomar".

Fotografía de la calle de las Once Casas en los años 50

Conseguida en la red sin indicación de autor o procedencia

El autor de "Las calles de Valladolid" relata también una curiosidad sobre la existencia en esta calle de un "Pozo de nieve":

"Un curioso recuerdo tiene esa casa mencionada del número 4, antes número 1, el antiguo, y es que en ella hubo uno de los pocos «pozos de nieve», donde se recogía y guardaba en el invierno el hielo que se formaba en algunas charcas y en el río mismo, del que tanto uso se hacía para refrescar las bebidas en el verano."

"... y así llegó, pasando por varios dueños, hasta el 17 de Septiembre de 1869, en el que constaba la casa «de piso natural, en el que hay un pozo para nieve, piso principal y Segundo». Pero se arregló y reparó la edificación y desapareció entonces el «pozo de nieve» de la calle de las «Once Casas», de donde salía el hielo que utilizaban los horchateros, principales consumidores del recogido, pues los particulares poco uso hacían en las casas de tan frigorífica materia. Hubo otros pozos de nieve en nuestra ciudad, pero el mencionado tuvo fama, y por eso le he referido."

Posteriormente, al convertirse en calle mantuvo del mismo nombre hasta la segunda década del siglo XX, cuando, según Juan Agapito y Revilla, se acordó llamarla "calle de Tirso de Molina", sin más razón que el recordar el seudónimo de Fray Gabriel Téllez, religioso mercedario autor de comedias del siglo XVI y XVII, ya que al parecer, no tuvo ninguna relación con nuestra ciudad.

Sin embargo, según El Norte de Castilla, la calle fue conocida como de las "once casas" hasta el 24 de mayo de 1950 cuando el Ayuntamiento la dio el nombre oficial de "calle de Tirso de Molina".

Con la construcción del barrio de la rondilla en 1964, la calle se fue alargando hasta llegar a la calle Mirabel, finalizando en las tapias del entonces Seminario Mayor.

Hoy la calle Tirso de Molina, con casi 1 km de longitud, va desde la calle Santa Clara hasta el puente sobre el Pisuerga de la Condesa Eylo, inaugurado en 1999, uniendo así el barrio de la Victoria con el de la Rondilla.

Actual "Plaza de las Once Casas"

Como recuerdo al antiguo nombre de la calle, al edificar el bloque de viviendas de la esquina de Tirso de Molina con Portillo de Balboa, en aquel solar que durante años sirvió de aparcamiento para vecinos y clientes de los cines Vistarama, el Ayuntamiento decidió dar a la plaza que se formó el nombre actual de "plaza de las Once Casas".

Fuentes consultadas:

"Las Calles de Valladolid" de Juan Agapito Revilla

"El Norte de Castilla"

23-06-2017