Hoy
conocemos el Prado de la Magdalena, como la calle que va de Alamillos hasta
Madre de Dios, pero todavía en el siglo XVIII era una gran extensión de terreno, plagada de árboles y atravesada por el ramal norte de la Esgueva.
El Prado comprendía todo lo que estaba entre el río, el Convento de la Madre de Dios del siglo XVI, la Iglesia de San
Pedro Apóstol, la primitiva databa del siglo XIII, la Real Chancillería (Palacio de los Vivero) construido en el siglo XV, el convento de las Descalzas Reales de principios del siglo XVII, además del terreno comprendido entre la Iglesia de la Magdalena, reconstruida en el siglo XVI, el Monasterio de Las Huelgas Reales de principios del XVII, y desde aquí de nuevo hasta la Esgueva. Todo comenzaría a cambiar en el siglo XIX.

Trasladando el Plano de Ventura Seco de 1738 a
la foto actual de Google, se puede ver la extensión de terreno
que ocupaba el Prado de la Magdalena.
A
principios del siglo XVII, con la Corte de Felipe III en Valladolid, era el
lugar de esparcimiento por excelencia de la ciudad, sobre todo de la gente
acomodada y de la aristocracia, que iba por sus paseos a pie, a caballo o
en carroza. En octubre de 1603 se amplió el Prado comprando unas cuantas huertas.
El
Prado tenía un gran bosque de álamos con caminos bien trazados y era recorrido por las limpias aguas
de la Esgueva, sí, has leído bien, "limpias aguas", y es que hay que darse cuenta que por aquí el río entraba en la ciudad, por lo que todavía nadie había tirado nada en él, el problema higiénico se generaba a su paso por la ciudad. 
Cruce de la actual calle Sanz y Forés y Real de Burgos, con el Seminario y el Puente de San Pedro junto al que estuvo la casa de las Chirimías
En
él estuvo, desde aproximadamente 1602,
la casa de las Chirimías, donde se colocaban los músicos para
amenizar las veladas campestres a los pucelanos. Esta Casa, dado su mal estado fue derribada y reconstruida en 1740. El templete o pabellón de la música, estaba situado cerca de la actual esquina de la calle Sanz y Forés con
Real de Burgos, junto al puente de la Esgueva. Así cuenta el portugués Tomé Pinheiro da Veiga, magistrado, político y escritor, en su libro Fastiginia, como veía el Prado de la Magdalena en 1605: "Es este, el Prado, el más hermoso paseo que tiene Valladolid, porque en el invierno se van a tomar el sol al Espolón, como os tengo contado, sobre el río, y por la Victoria; ... "En llegando los calores, se mudan al Prado de la Magdalena, que es un bosque de álamos que tiene en redondo más de 5.000 pasos ordinarios"; ... "Por oriente, quédanle muchas huertas, muy frescas, que le cercan, y luego una puerta al campo libre y el río Esgueva, donde van a lavar; entra este río dando agua a dos pares de aceñas, que, cayendo de alto, refresca el Prado y se divide en brazos, con una arena tan clara, que, con andar los coches todo el día en ella, no se ensucia. Queda el Prado todo cortado por él, con puentes de piedra y madera"; ... "Entrase al Prado por muchas partes y principalmente por el puente de piedra, donde luego está la carrera de los Caballos, en la cual ordinariamente están probando todos los buenos que vienen a la corte, y a los del rey vienen a hacerles mal, y la casa de las chirimías, que es pintada y hecha solamente para alegrar a la gente los días festivos, y así estaban esta mañana tañendo, y era cosa hermosa de ver tantos hombres y mujeres, los más almorzando y holgando sobre la yerba y convidando a todos los que pasaban". Bartolomé Joly, caballero francés que se dedicó a recorrer España y a su regreso escribió el libro "Voyage en Espagne, 1603-1607" describió así el Prado de la Magdalena: "lleno de umbrías y de gran recreación», donde los «Señores y damas, caballeros, se pasean a pie, en coche o a caballo, pasando con airoso porte en lento desfile, tanto para disfrutar el placer de este lugar como para darle a los demás... Yo bien creo que aquí hay aventureros encuentros con mujeres de buena voluntad, pero a lo menos el escándalo queda por fuera".
Por razones de salud pública, en 1840 se comenzó a
cubrir el ramal norte de
La Esgueva, justamente empezando desde el Prado de la Magdalena continuando hacia el interior de la ciudad, esto propició el nacimiento de nuevas calles como
Sanz y Forés o
Paraíso.

Cruce de la actual calle Sanz y Forés y Real de Burgos, con el
Seminario - Universidad Pontificia y el Esgueva ya soterrado
Pasaron
los años, y se comenzó a dar otro uso al Prado, así, en 1855 se edificó el
antiguo Seminario y
Universidad Pontificia junto a la
Chancillería, en el solar del actual Hospital
Clínico, y que fue derribado en 1966 cuando se trasladaron al nuevo Seminario Mayor. A partir de 1877, con la aparición del
Campo Grande, que lo fue relevando como zona de recreo, fue perdiendo su sentido
lúdico y empezó a convertirse en el lugar ideal para nuevas grandes construcciones, cerca del centro, pero fuera de las calles de la ciudad, en aquel momento. 
En 1887 se inaugura el
Convento del
Corpus Christi en el Prado de la Magdalena, tras vender las religiosas los terrenos del viejo convento que estaba en la hoy
Acera Recoletos.
También en 1887, siguiendo la estela de la construcción de los tres mercados de hierro en la ciudad, se inauguró el primer Matadero Municipal en el
Prado de la
Magdalena. Estaba situado, más o menos, donde luego se edificó el Cuartel de Intendencia y hoy está la Facultad de Filosofía. Permaneció en funcionamiento hasta 1935 que se inauguró el del Paseo de Zorrilla. 
En este plano de Valladolid a principio del siglo XX, vemos el Prado de la Magdalena todavía con paseos y arbolado, y ya con los edificios del Seminario, el Hospital y el Matadero. 
El
nuevo
Hospital Provincial y la Facultad de Medicina, diseñados por el arquitecto Teodosio Torres, se inauguraron en 1889 en el Prado de la Magdalena, hoy
avenida de Ramón
y Cajal, el nuevo hospital sirvió para sustituir y cerrar los pequeños y antiguos hospitales de la ciudad. En 1960, al haberse quedado pequeño el edificio original, se construyó en el mismo solar la "nueva" Facultad de Medicina. 

Actual Paseo del Prado de la Magdalena, sin asfaltar, con la tapia de la cárcel y el cuartel de Intendencia
En 1935, en la calle Madre de Dios, se inauguró la nueva Prisión Provincial, cuyo edificio de entrada y de servicios es hoy el Centro Cívico Esgueva. Esta nueva prisión sustituyó a la vieja cárcel de Chancillería, construida en 1678 y hoy biblioteca universitaria, que estaba en un estado lamentable.

Naves de la Antigua Fábrica de Tejidos y Sacos de Yute (IBENSA)
Al lado, junto al Esgueva, están unas instalaciones que fueron de la Confederación Hidrográfica del Duero y las naves de Antigua Fábrica de Tejidos y Sacos de Yute (IBENSA), construidas en 1928 por el Arquitecto Manuel Cuadrillero.

Antiguo Cuartel de Intendencia
Al lado de la cárcel, a principio de los años 50 se edificó el Cuartel y los Almacenes del Grupo Regional de Intendencia nº 7.

Facultad de Comercio y Estudios Empresariales

Facultad de Filosofía y Letras
Todos estos terrenos están ocupados hoy por el Centro Cívico Esgueva, la Facultad de Comercio y Estudios Empresariales, por la de Filosofía y Letras, un parque con el antiguo puente del Esgueva y la calle Nochevieja que une el Prado de la Magdalena con el Paseo del Cauce.

El Paseo del Prado de la Magdalena con el Refugio al fondo
y el Anatómico forense a la izquierda
Entre esta parte y la calle de los Alamillos, en los terrenos que hoy ocupan la que fue Facultad de Ciencias y la residencia Alfonso VIII, además del Refugio para indigentes inaugurado en 1953, instalado en las antiguas naves de la Sociedad Papelera Española, y que fue derribado a principio de los 80, estuvieron de los años 50 a los 70 del siglo XX, el Pabellón de Infecciosos y el Anatómico Forense.

El antiguo Refugio de Indigentes

Polideportivo Miriam Blasco
Donde estaba el Refugio, están actualmente el Polideportivo Miriam Blasco construido en 1995 y el Colegio Público Federico García Lorca, realizado en 1978 por los arquitectos Manuel de las Casas, Antonio Fernández Alba y Leopoldo Uría.

Facultad de Ciencias al poco de su construcción

Antigua Escuela de Enfermería
Por el lado de la calle Real de Burgos se construyó; la Facultad de Ciencias inaugurada en 1969 (hoy ETS Ingenieros Industriales), la Escuela de Enfermería, el Hospital Clínico inaugurado en 1978, y el Materno Infantil construido en 1979, que nunca llegó a serlo, luego fue reconvertido el edificio en Residencia Universitaria.

Hospital Clínico Universitario

Lo que iba a ser el Materno Infantil, hoy Residencia Alfonso VIII, en construcción en 1977
Además de todo lo indicado, en los años 50 surgieron nuevos barrios, como el del Hospital o San Pedro y el
de las Batallas, y nuevas edificaciones con miles de vecinos, que ocupan los bloques de viviendas en todos estos terrenos.
De comercio poco puedo hablar en esta calle, salvo los mercadillos de los sábados que la llenan de puestos y de gente. Pero hubo dos negocios que fueron muy famosos durante muchos años, en los 60 y 70, el Bar Tú y Yo, con sus bocadillos, su terraza y su buen hacer, y la tienda de Ultramarinos de Genaro, que atendía a todo el barrio, antes de que llegaran la competencia y los supermercados.

El parque del Prado de la Magdalena, con los restos del puente de piedra del Esgueva
Hubo una época de esplendor del Prado de la Magdalena, con la Corte, los caballos, las carrozas y la gente paseando por él, otra lúgubre, triste y desastrosa con el Matadero, la cárcel, el Anatómico Forense, el Pabellón de Infecciosos, el Refugio, y un más que importante abandono en su conservación e iluminación, vamos que no apetecía mucho ir por allí.
Hoy el Paseo del Prado de la Magdalena, es una zona universitaria que con las facultades, el parque, el colegio, el polideportivo, y por supuesto el mercadillo, vuelve a estar viva.
Como curiosidad final, decir, que se llamó durante un tiempo "Carretera del Matadero", y luego se quedó con el nombre de lo que un día fue la gran zona de recreo de aquella ciudad que fue capital del Reino. |