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En una carta del 6 de marzo de 1267 de la reina Dª Violante, esposa del Alfonso X, en la que cedía unos terrenos a los franciscanos para construir un convento, el de San Francisco, ya se cita esta calle como "de los Olleros".

El nombre viene porque esta calle iba desde la calle de la Sortija, hoy Ferrari, hasta casi el Campillo, hoy Plaza España, lugar donde entonces se encontraban los talleres y hornos de los fabricantes de ollas, cazuelas y pucheros de barro cocido, y luego se establecieron también los alfareros.

En el plano de Ventura Seco de 1738, la vemos todavía nombrada como de Olleros y vemos que llega casi hasta la actual Plaza de España (la calle nombrada como del Verdugo es la actual de Montero Calvo) sin ser cortada por ninguna otra calle, dado que todo ese terreno pertenecía al convento de San Francisco, y no fue hasta después de la desamortización, cuando en 1847 el industrial Pedro Ochotorena compró al Ayuntamiento todos los terrenos del convento para edificar, que se abrieron nuevas calles, como Constitución abierta en diciembre de 1847 o Regalado en 1863.

Así la calle, que hasta entonces había albergado en todo un lado tan solo las tapias y algunas edificaciones pertenecientes al convento de San Francisco, comenzó a tomar vida con nueva edificaciones albergando viviendas y negocios.

Por acuerdo del Ayuntamiento, pasó a llamarse "calle del Duque de la Victoria" en abril de 1856, en agradecimiento al General Espartero por los títulos concedidos a la ciudad por el movimiento liberal de 1854. En julio de 1857 se cambió el nombre por el de "calle Nueva de la Victoria", pero poco después volvió a ponerse el anterior de "calle del Duque de la Victoria", perdurando hasta nuestros días.

Se trata de una de las calles principales de la ciudad, que une la Plaza de España con la Calle Ferrari, y por tanto con la Plaza Mayor y la Plaza de Fuente Dorada, y por ello a lo largo de sus casi 325 metros de longitud encontramos vistosos edificios de diferentes épocas.

El Palacio Ortiz de Vega con su aspecto original y en la actualidad

Hacia el medio de la calle, está el que fue Palacio de Ortiz de Vega, situado en el nº 12 y hoy sede del BBVA. Fue construido en estilo francés en la segunda mitad del siglo XIX por este banquero y hombre de negocios para destinarlo a su residencia. Adquirido en 1900 por el Banco Castellano, en 1917 sufrió un incendio y tras su reconstrucción tomó el aspecto que tiene en la actualidad.

El edificio del Círculo de Recreo, construido en 1902, es otro de los que da ese aire especial y señorial a la calle, con su imponente fachada y su decoración exterior.

Los edificios de las esquinas de la calle Regalado y Constitución, también son dignos de que levantemos la mirada para admirar sus hermosas fachadas, y que nos recuerdan la elegancia de esta calle.

Más modernos y menos vistosos son el edificio que hace esquina con las calles Alegría y Montero Calvo, de estilo racionalista construido en 1929 por Jacobo Romero y Fernández, y el Edificio de Telefónica de 1928 de B. de Cárdenas y Aníbal Álvarez, concebido para albergar la maquinaria del comienzo de la telefonía y restaurado en 1952 para darle un uso más acorde con aquellos tiempos. Y más modernos todavía, y que según mi opinión destrozaron la fisonomía de la calle, los edificios que albergaron en su día las sedes de la Caja de Ahorros de Salamanca y del Banco Central.

Además de Telefónica y las entidades bancarias ya nombradas, en esta calle estuvieron empresas y negocios que fueron marcando la vida de la ciudad: como las instalaciones de El Norte de Castilla en la esquina con Montero Calvo, antes Imprenta Castellana; el famoso Café Suizo en la esquina con Constitución; los estudios fotográficos de Filadelfo y de Garay; las máquinas de coser Singer en el nº 27; o las mejores camiserías, sombrererías y tiendas de moda de la ciudad.

Fuentes consultadas:

"Las Calles de Valladolid" de Juan Agapito Revilla, edición facsímil editada por Grupo Pinciano

18-05-18