Valladolid - Web - MONUMENTOS Y EDIFICIOS - MONASTERIO DE LAS HUELGAS REALES

En 1282 el primitivo monasterio femenino del cister, que se cree estaba situado cerca de la hoy calle Renedo, sufrió un incendio que lo destruyó completamente.

La Reina María de Molina donó su alcázar, situado extramuros en el paraje luego conocido como Prado de la Magdalena para ubicar el nuevo monasterio, donde debería ser enterrada a su fallecimiento. Y así se hizo cuando murió el 1 de julio de 1321.

A partir de entonces se llamó Monasterio de las Huelgas Reales o Santa María la Real de las Huelgas.

En el recinto actual se encuentra una puerta mudéjar de comienzos del siglo XIV, resto del alcázar de María de Molina. Es la única construcción de estilo mudéjar de la ciudad.

En 1298 era su abadesa Teresa Gil, cuyo nombre lleva una calles de nuestra ciudad.

En 1328 el monasterio quedó medio destruido, al sufrir otro incendio causado por las tropas de Alfonso XI, quién lo compensó ampliando los privilegios del monasterio.

El monasterio pasó la época de la Guerra de la Independencia y de las desamortizaciones como pudo, pero consiguió subsistir.

En 1895 crean el colegio, que sigue funcionando a día de hoy, lógicamente en otras instalaciones más modernas, inauguradas en 1966 siendo abadesa Purificación Carlón.

Siendo abadesa en 1579 Ana de Mendoza Quijada, da comienzo la construcción de la iglesia actual, que no se finalizaría hasta 1599.

Está construida con piedra, ladrillo y tapial. En su construcción intervinieron Juan Ribero de Rada, Juan de Nates y Mateo de Elorriaga.

El exterior es de estilo clasicista y muy sencillo. La portada, que se encuentra en un lateral de la iglesia, tiene un óculo a cada lado, es de piedra con un un frontón semicircular sobre la puerta como único adorno. La puerta está flanqueada por dos cadenas.

Todo el zócalo es de piedra y la parte superior donde se encuentran los ventanales en su mayor parte de ladrillo.

El interior es de una sola nave en cruz latina, con bóveda de cañón con lunetos y una cúpula rebajada sobre el crucero. Tiene tres capillas a cada lado con cúpulas ovaladas y cerradas con verja realizadas por Juan del Barco.

En el centro del crucero está el sepulcro de María de Molina, construido en la primera mitad del siglo XV y reformado en el año 1600. Es de alabastro con la figura yacente de la reina y bellamente decorados sus cuatro lados con castillos y leones, la Virgen y el Niño, San Juan Bautista o San Cristóbal.

A los pies de la iglesia se encuentra el coro de grandes dimensiones con tres naves, la central con bóveda de cañón rebajada y las laterales con bóveda de arista. En su interior una bonita sillería de nogal con de 56 sitiales, obra de Juan Sanz Calderón de 1618.

El retablo mayor fue diseñado por Francisco de Praves y ensamblado por Francisco Velázquez. Las esculturas y relieves son de Gregorio Fernández, y las pinturas y la policromía son obra de Tomás de Prado. Realizado todo hacia 1613.

Está compuesto por banco, dos cuerpos separados por frisos y con cinco calles entre columnas, y ático.

En el primer cuerpo, en la ancha calle central, se encuentra relieve de Cristo bajando de la cruz para abrazar a San Bernardo, a los lados pinturas y en las estrechas calles laterales, las figuras de San Juan Bautista y San José con la vara florida y el niño Jesús cogido en la mano.

En el segundo cuerpo el relieve de la Asunción de María en el centro, a cada lado una pintura y en las calles laterales las figuras de San Benito y San Bernardo.

En el ático un calvario flanqueado por escudos y por San Miguel y San Rafael.

En el templo hay dos órganos, uno de ellos construido en 1706 por el maestro organero vallisoletano Juan Casado Valdivielso,

y el otro es obra de Antonio Ruiz Martínez de 1791.

El monasterio también posee un Cristo de Juan de Juni realizado hacia 1555. Está acompañado de las figuras, de menor entidad artística, de la Virgen, San Juan y la Magdalena, formando un calvario

Fuera de la iglesia pero cerca del coro hay un pequeña capilla, antes llamada de San Juan, fundada hacia 1614 por la que fue abadesa del monasterio Isabel de Mendoza, donde está enterrada.

Se accede a ella por una bonita portada con reja y con frontón. Es de planta de cruz griega, con bóveda de crucería en el centro y con bóveda de cañón los laterales, todas con bella decoración.

Está presidida por el Retablo del Nacimiento, que la da nombre, y cuyo relieve central es obra de Gregorio Fernández. A los lados están las esculturas de Santiago apóstol y San Pablo.

El claustro en la actualidad

Fotografía de la página oficial del Colegio de las Huelgas Reales

El claustro primitivo se hundió y comienza la construcción del nuevo claustro en estilo clasicista en 1622 con Francisco de Praves. De forma cuadrada y con dos plantas, la parte baja con columnas toscanas y arcos de medio punto y la parte superior realizada en ladrillo. El claustro ha sido reformado y rehabilitado en 1960, 1982 y 2007.

El monasterio tiene un archivo documental con más de 200 pergaminos.

Para visitar la iglesia y el monasterio es necesario pedir cita previa.

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Fuentes consultadas:

Página oficial del monasterio www.huelgasreales.es

"Guía de Arquitectura de Valladolid" dirigida por Juan Carlos Arnuncio Pastor

"Valladolid Recuerdos y Grandezas" de Casimiro G. García-Valladolid.

17-05-2024

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Última actualización: jueves, 14 de noviembre de 2024