LO QUE YA NO ESTÁ

El Valladolid desaparecido

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Hoy, de la Colegiata de Santa María la Mayor, solo podemos ver algunas ruinas, unas pocas capillas y la torre - pórtico de estilo románico, que se supone modelo de la torre de la Iglesia de La Antigua. Están situadas frente a la Iglesia de La Antigua, en la parte trasera de la Catedral, y algunas capillas forman parte del Museo Catedralicio.

La primitiva colegiata la fundó el Conde Ansúrez en el año 1095, y se construyó en los terrenos que ocupaba una ermita dedicada a San Pelayo.

Por la construcción de esta nueva colegiata, a la Iglesia que ya existía se la denominó Santa María de La Antigua y a esta nueva Santa María la Mayor.

En los años 1124, 1143 y 1155 se celebraron en ella tres Concilios Nacionales.

Durante el reinado de Fernando III el Santo, entre los años 1219 a 1230, en los terrenos que ocupaba la Colegiata de Santa María la Mayor, se construyó una nueva de estilo gótico. Solo se respetó la torre románica, y se construyeron delante unas capillas para enterramientos, que son las que forman parte del Museo Catedralicio.

La iglesia era de tres naves de cinco tramos, cubiertas con bóvedas de crucería sobre pilares con columnillas adosadas y crucero marcado en planta, con triple cabecera de ábsides semicirculares. Contaba con tres puertas: una al norte, otra al sur que daba al claustro, y la tercera debajo de la torre-pórtico, que quedó inutilizada con la construcción de las capillas. El claustro fue destruido en el siglo XVII.

En esta nueva Colegiata se celebró un Concilio Nacional en el año 1228.

Las ruinas que vemos hoy pertenecen a esta construcción.

En 1527 el Cabildo consideró que se había quedado pequeña para Valladolid, ya que se habían construido conventos en la ciudad como San Pablo, San Benito o San Francisco, y catedrales como la de Salamanca y Segovia. Por todo ello, convocó a los mejores arquitectos del momento para su realización: Diego de Riaño, Juan de Álava, Francisco de Colonia y Juan y Rodrigo Gil de Hontañón.

En junio de ese mismo año se colocó la primera piedra y comenzó la cimentación. La nueva colegiata no se empezó a construir sobre la antigua sino perpendicular a ella, empezando por el lado contrario para que la anterior siguiera en uso y luego demolerla.

El proyecto original era muy parecido al de la catedral de Segovia, salvo en el atrio, que al ser elevado, tuvieron que poner escalinatas, que luego se conservaron en el proyecto de Herrera.

En el año 1577 murió Gil de Hontañón y las obras, por falta de recursos y por problemas con las expropiaciones, prácticamente no habían avanzado. Solo estaban los cimientos y algunos muros a medio levantar.

Las obras quedaron paralizadas hasta el año 1589, que fue cuando comenzaron las obras de la actual catedral, siguiendo el proyecto de Juan de Herrera.

El derribo de la colegiata comenzó hacia 1634, salvándose las dependencias que aún resultaban útiles, y algunas capillas que eran utilizadas como sala capitular, vestuario o biblioteca.

La  antigua colegiata continuó en uso hasta 1668, año en que se trasladó el culto al templo herreriano.

Afortunadamente algunas de las capillas hoy las podemos ver como parte del Museo Catedralicio.

Fuentes consultadas:

"Valladolid Recuerdos y Grandezas (1900 a 1902) de Casimiro G. García-Valladolid

"Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid" - Parte 1ª de Juan José Martín y Jesús Urrea - 1987

"Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid" - Parte 2ª de J.J. Martín y F.J. de la Plaza 1985

24-09-2010

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