La
sociedad del Círculo de Recreo estaba formada por la alta aristocracia, es
decir personalidades del comercio, la política, la industria, la ciencia o
la banca de la ciudad.
En sus
principios, hacia 1844, estuvo situada en un piso de la calle Teresa Gil, en
cuyos bajos se situaba el café El Iris, donde cada tarde se reunían
tertulianos como Antonio Florencio Vildósola, Calixto Fernández de la Torre,
Julio Galo Sanz y Pedro Antonio Pimentel. Fue a Vildósola a quién se
le ocurrió que debían constituirse en sociedad para formar una casino o
círculo donde reunirse junto con las demás personalidades de la ciudad.
En la
reunión que realizaron el 14 de febrero de 1847, se constituyó la sociedad y
se decidió alquilar un piso en la entonces Acera de San Francisco para
establecer la sede.
En el año
1853 el piso se les había quedado pequeño para los socios que eran y
decidieron adquirir el solar de la calle del Duque de la Victoria nº 6,
esquina a la de la Constitución, para construir edificio propio.
El
edificio se levantó según los planos y la dirección del arquitecto
Antonio de Iturralde Montel. Se componía de planta baja ocupada por varios
comercios y el piso principal destinado al Círculo. Las instalaciones tenían
un espacioso salón de fiestas, una sala de lectura con biblioteca y gran
número de periódicos políticos y de revistas científicas, salas de billar y
el llamado gabinete de tresillo.
Allí
permanecieron hasta que el edificio anunciaba ruina. Entonces se trasladó a
los locales del Centro de Labradores, antiguo Círculo de Calderón de la
Barca, y luego al piso principal de la calle de Alfonso XII nº 2 (actual
calle Regalado) esquina con Duque de la Victoria, en el que permaneció hasta
la terminación del nuevo edificio construido sobre el solar que ocupó el
antiguo.
El
promotor del nuevo edificio del círculo o casino fue José Antonio Pintó,
quien presentó la petición ante el Ayuntamiento el 18 de abril de 1900.
Las obras
del edificio, que conocemos en la actualidad, comenzaron a principios de
1901 y se finalizaron en mayo de 1902. El proyecto y los planos son del
arquitecto Emilio Baeza Eguiluz, quien dirigió las obras junto a Julián
Palacios.
El 29 de
Marzo de 1902 se instalaron en el nuevo local, la biblioteca y las salas de
billar y de tertulia; y el 29 de Mayo siguiente todas las dependencias
restantes.
El Círculo
iba a ocupar solo el piso principal, ya que la planta baja estaba
destinada a comercios.
En la reforma realizada en 1914
la planta baja
pasó a formar parte de sus dependencias, instalándose allí el salón de
tertulia. También se construyó una nueva escalera de estilo imperial. El
encargado de esta reforma fue el arquitecto Jerónimo Arroyo.
EL
EDIFICIO
La
fachada es de estilo neoclásico, con buenas proporciones y severo
decorado. Está realizada con piedra granito de Villalba para el
zócalo, piedra de Campaspero en parte de la planta baja, ladrillo ordinario
y fino prensado, cemento y columnas y vigas de hierro fundido. El decorado
fue realizado por Dionisio Pastor Valsero.
Para el
decorado de las dependencias del Círculo la Junta Directiva convocó un
concurso de bocetos para la escalera principal, vestíbulo y salón de
fiestas, ofreciendo como premio la adjudicación y ejecución de la obra y
tres accésit de quinientas pesetas. Acudieron veintiún
expositores.
El jurado adjudicó el premio a Eugenio Oliva Rodrigo, de Madrid.
Para finalizar os dejo parte de la descripción que hace Casimiro G. García en su libro
"Valladolid Recuerdos y Grandezas " Tomo III - 1902, que nos da idea de la
relevancia que tenía el edificio en esta época:
EL
EXTERIOR
El
edificio consta de cuatro pisos distribuidos en planta baja, principal,
segundo y tercero, con quince huecos simétricos en los tres primeros,
correspondientes por mitad á cada una de las dos calles y uno al ángulo, y
once en el último, separados entre sí los de los pisos principal y segundo,
por elegantes pilastras decoradas. Entre estos dos pisos se ven otros quince
huecos de forma oval que rompen la regularidad y monotonía de las líneas
verticales. Por la parte de la calle del Duque de la Victoria y en el centro
de la fachada, se encuentran la entrada y escalera principal que solo se
distingue del resto del edificio en ser aquella de arco y todas las demás
rectangulares y en un gran ventanal colocado en el tercer piso sobresaliendo
del cuarto, decorado con dos grandes estatuas de alto relieve que
representan la Agricultura y el Comercio, y un frontón semicircular rematado
por un camafeo y cuyo plano ocupan dos geniecillos desnudos, también de alto
relieve, sosteniendo el escudo del Círculo. 
El
ángulo de la fachada, es, asimismo, circular y presenta sobre el piso
tercero un mirador que semeja una linterna de la propia forma con cubierta
cónica irregular de zinc, como la de toda la construcción, así como una
crestería de hierro que corre en el caballete del tejado, sobre el cual se
alzan dos pararrayos. A los costados de la entrada principal hay tres
huecos, otro en el ángulo, seis á la parte de la calle de la Constitución y
el último que corresponde á la entrada y subida á los pisos segundo y
tercero: todos ellos son de igual forma y proporciones. El piso principal
tiene una gran balaustrada de hierro decorada, que corre á todo lo largo de
las dos fachadas; los huecos circulares están cerrados por rejas de hierro y
además de dar luz sirven de ventiladores algunos de ellos. Los balcones del
piso tercero presentan cada uno su balaustrada de la misma forma y materia
que el corredor general, y los huecos del cuarto son ventanas de cristales.
Los que cierran los huecos de los otros dos pisos son hermosas láminas de
una sola pieza, decoradas con una sencilla orla y las iniciales del Círculo,
enlazadas en el centro.
EL
INTERIOR
La
planta baja se halla dividida en tres locales independientes y sótanos,
aquellos para comercio y uno de estos destinado á la instalación de un
generador de vapor á baja presión para calefacción de los locales del
Círculo, y por último, las entradas y escaleras para los pisos altos, según
hemos dicho ya. La subida principal está formada por tres escalones de
mármol blanco y una escalera de madera de ida y dos vueltas limitadas por
hermosos balaustres de metal dorado bajo pasamanos de nogal. 
El piso principal consta de vestíbulo, el salón de fiestas, hermosa pieza
que comprende toda la parte de fachada de la calle de la Constitución, el
ángulo y los tres primeros balcones de la calle del Duque de la Victoria,
con las ventanas ovales que caen perpendicularmente sobre todos ellos,
constituyendo una sola planta: el resto de esta se halla subdividido en dos
pisos, no apreciables al exterior; el bajo, al que dan cuatro balcones,
destinado a sala de juntas y cuartos para teléfono, lavabo, montacargas,
camareros y retretes, y el superior, al que corresponden las ventanas ovales
y destinado a tribuna y galería.

En el piso segundo y tercero, respectivamente, están instaladas las demás
dependencias del Círculo, que son: la biblioteca, espacioso salón de doce
metros de largo por cinco de ancho, con tres balcones á la calle del Duque
de la Victoria: sala de billar, a la que pertenecen tres balcones de los de
dicha calle, el del ángulo y cuatro de los de la Constitución, tres
gabinetes de tresillo, una galería, cuarto para el montacargas y otros.
El piso cuarto está dedicado a habitación del conserje, paso a la linterna
angular, desde la que se goza de una hermosa vista panorámica de Valladolid,
y cuartos para almacenes y servicio.

DECORACIÓN INTERIOR
Ejecutados los trabajos de ornamentación de las dependencias del Círculo,
forman los del portal un solo lienzo de forma ovalada, en cuyo fondo de
celaje aparecen dos ángeles sosteniendo el escudo del Círculo. El techo de
la escalera está cubierto con un lienzo que tiene por asunto una preciosa
escena pastoril.
En el vestíbulo hay cinco lienzos en los muros, representando los cinco
sentidos otras tantas delicadísimas doncellas, y la floricultura y la
agricultura dos lindos geniecillos: en el techo lucen cuatro tarjetas con
los cuatro elementos simbolizados en igual número de preciosos y
graciosísimos niños: un gran espejo y dos angelones completan la
ornamentación de esta pieza.
El decorado artístico del salón principal ó de fiestas, está formado por
grandes lienzos que representan la apoteosis del inmortal poeta valisoletano
Don José Zorrilla; los condes Don Pedro Ansúrez y su esposa Doña Eilo,
examinando los planos de la iglesia de Santa María la Mayor; un ángulo del
hermoso patio del ex-colegio de San Gregorio; el Verano; el Invierno; y los
retratos del Rey Don Felipe II, Cristóbal Colón, Miguel de Cervantes, Juan
de Herrera, Don Rodrigo de Vi-llandrando, primer Conde de Rivadeo, Don Juan
de Matien-zo, Don Luis de Mercado, Don Diego Valentín Diaz y Don Juan Arfe y
Villafañe. En el techo ostenta una bellísima alegoría en que figuran el dios
Apolo y la diosa Terpsícore, la Música, el Amor y la Gloria.
Decora el techo un grandioso lienzo en el cual, atinada y magistralmente
distribuidas en alegóricos y preciosísimos grupos, aparecen cuarenta y siete
figuras, representando á los dioses Apolo y Terpsícore, la Música, el Amor y
la Gloria y multitud de alados geniecillos y encantadoras doncellas.
Por último: la biblioteca y salón de lectura ofrece en el techo un lindo
lienzo cuyo asunto es el Genio impulsando á las Ciencias, á las Artes y á la
Historia, en el centro, y á los extremos la Lectura y la Escritura; en los
muros se ven dos paisajes representando riberas del Pisuerga y una vista de
Posilipo (Italia), ambos deliciosísimos y de magistral factura: el resto lo
forman alegres guirnaldas de flores y vistosas cartelas para sostener los
aparatos de la luz. La estantería es de nogal tallado, estilo Luis XV y la
misma que hubo en la biblioteca del antiguo edificio ampliada
convenientemente por el afamado tallista D. Claudio Tordera.
La decoración artística de la biblioteca fue encomendada al pintor
valisoletano D. Leovigildo Benito, quien encargó al señor Oliva la pintura
de las figuras del techo y al mismo señor Benito encomendó este bajo su
propia dirección, los ornatos de las demás dependencias.
Fuentes Consultadas:
"Valladolid Recuerdos y Grandezas" de
Casimiro
G.
García-Valladolid
"Guía de Arquitectura de Valladolid" dirigida por
Juan Carlos Arnuncio Pastor
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