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Hoy está situada en la calle Colón, cerca del centro de la
ciudad, pero en aquella época estaba en el campo, en un paraje que luego se
llamó
Prado de la Magdalena, puesto que
desde aquí hasta el actual cauce de la
Esgueva solo había campo y huertas, y así estuvo, junto con el
Monasterio de
las Huelgas construido entre 1600 y 1622, hasta el siglo XIX.
Los orígenes de la la iglesia datan de mediados del siglo XII,
cuando, al lado de una de las puertas de la muralla de Valladolid, que se
encontraba junto a la actual iglesia, se erigió una pequeña capilla.
Hacia
1538, el Doctor Corral, oidor de la Real Chancillería y miembro del Consejo
Real, mandó construir junto a la anterior una capilla
sepulcral.

Dibujo de la Iglesia de la Magdalena en el siglo XIX
Pedro
de
la
Gasca,
Virrey del Perú y Obispo de Palencia y Sigüenza, mandó reconstruir a
partir
de
1566
toda
la
iglesia,
con
la
idea
de
que
sirviera para acoger su sepulcro funerario, encargando el proyecto a
Rodrigo
Gil
de Hontañón y colaborando otros grandes artistas del momento.
Aunque no sea lo normal, lo primero que se levantó
fue
la
capilla
mayor, construyéndose bajo ella la
cripta
que acogería
los
restos
del
patrono
y
su familia.
En 1570 realiza la nave de la iglesia el cantero Francisco
del Río, siguiendo el diseño de Gil de Hontañón que contaba con grandes
contrafuertes en el exterior e interior de planta de cruz latina, con una única
gran nave de tres tramos y coro alto a los pies.
Pero el diseño inicial de la iglesia cambió, ya que la
capilla del Doctor Corral estaba donde se iba a construir el crucero del lado de
la Epístola, y aunque se ofreció a los descendientes demoler la capilla y
reedificarla en otro lugar privilegiado de la nave, no lo aceptaron
y
por
ello
la
iglesia
actual
es asimétrica al
no
tener ese
brazo.
Todo
el
edificio
está
realizado
en
ladrillo,
tapial
y
piedra,
esta
última
en
los
lugares
más
nobles
y
los más importantes arquitectónicamente.
La cubierta está formada con
bóvedas
de
crucería
estrellada,
con terceletes
y
combados, con los escudos
de la Gasca en las claves, que por cierto, también aparecen en otros muchos
lugares
del
edificio, destacando los que se encuentran en el lateral izquierdo de la
iglesia, que da a los jardines que hay junto a ella y al
Monasterio de
Santa María la Real de las Huelgas.

La
fachada
está rematada con un frontón con una pequeña ventana de arco de medio
punto en el medio. Bajo él, un gran rectángulo alberga
el
inmenso
escudo
de
piedra
del
pacificador
del
Perú,
el
obispo
Pedro
de
la Gasca.

En nuestra ciudad se
dice
que
es
el
escudo
esculpido en
piedra
más
grande
del
mundo.

Bajo el escudo, dos oculos y una hornacina en el medio con la
imagen de Santa María Magdalena. Debajo se encuentran dos grandes puertas
iguales con arco de medio punto, a las que se llega para entrar en el templo,
tras subir tres escalones de piedra.
A la izquierda de la fachada se levanta la torre de planta cuadrada con un
cuerpo superior de campanas, con dos huecos en cada lado, también con arco de
medio punto. Esta torre fue reconstruida en los años cuarenta del siglo XX,
respetando
totalmente
su
fisonomía
original,
ya
que
se
hundió
en
1942.

En el interior, destaca el retablo mayor realizado entre 1572
y 1574 con arquitectura, esculturas y policromía de Esteban Jordán. Está
compuesto de banco con pasajes de la vida de la santa, tres cuerpos con tres
calles, separadas por columnas corintias, y ático. En el primer cuerpo una
imagen de la traslación de María Magdalena preside el retablo. En los
otros dos cuerpos y en el ático, hay relieves con pasajes de la vida de Cristo,
estando rematado con un Calvario con escudos de la Gasca a cada lado.


También es de destacar la capilla del Doctor Corral, de planta cuadrada y
cubierta con bóveda de tercelete con nervios curvos que la sujetan, y cerrada
por una bonita reja de hierro del siglo XVI. Está presidida por un magnífico
retablo plateresco con pasajes de la vida de Cristo, tallado a mediados del
siglo XVI
por
Francisco
de
Giralte, escultor de la escuela palentina.

En
una pequeña capilla
se
encuentra
el
Cristo
de
las
Batallas,
obra en madera policromada realizada por
Francisco
del
Rincón en 1607 -1608.

En el centro de la nave se encuentra el sepulcro con la
figura yacente de la Gasca, realizada en alabastro por el escultor Esteban
Jordán con mil y un detalles de su posición y categoría: casulla, alba, guantes,
mitra, cetro de poder civil y báculo de poder religioso, anillo, un libro en sus
manos con el emblema de Castilla, etc., etc. El túmulo, construido en jaspe, fue
realizado por el cantero Francisco del Río.
El sepulcro estuvo originariamente en la capilla mayor, pero
fue
trasladado
a
mediados
del
siglo XX al lugar
actual para
no entorpecer
el
culto.

Recorriendo las paredes, a la altura del arranque de las
bóvedas, hay un friso con la historia de la fundación y del patronato de la
iglesia.
En el año 2016 se finalizó la limpieza y rehabilitación de la
fachada, y en 2019 la de la torre y los laterales del templo.
Fuentes consultadas:
"Valladolid Recuerdos y Grandezas" de Casimiro G. García-Valladolid.
"Guía de Arquitectura de Valladolid" dirigida por
Juan Carlos Arnuncio Past
Wikipedia
08-01-2021
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