EL TÍO TRAGALDABAS

En 1946, el Ayuntamiento de Valladolid decidió acompañar a los gigantes y cabezudos de nuestras fiestas con una figura del estilo del Gargantúa de Bilbao, un gran muñeco con la boca abierta por donde los niños entran para deslizarse por el tobogán interior.

El proyecto le fue encargado a Teodoro Rivera, quien para crear la figura recurrió al folklore castellano, concretamente se inspiró en el ogro del cuento infantil de "El Zamparrón" o "La Zarrampla", cuya historia contaban los padres, a los niños que no querían dormir, en muchas localidades castellanas.

El Tío Tragaldabas en 2022

El cuento, es la historia de un gigante que vivía en una bodega, que se comió a tres niñas cuando estas bajaron al sótano a por la merienda de pan con miel que les daba su abuela . «Pequeña, no vengas acá, que soy el Tragaldabas y te voy a tragar», les advertía el gigante. Pero ellas no le hicieron caso caso y se las comió. Una hormiguita ayudó a la abuela a recuperar a sus nietas. «Yo soy la hormiguita de este pedregal, que te pego un mordisco y te hago bailar», dijo la hormiga antes de saltar sobre el gigante, morderle y conseguir que las niñas escaparan.

En otras versiones el Tragaldabas se había comido a un aceitero, un pimentonero, una pareja de guardias civiles, a un molinero, a un rebaño de ovejas e incluso a un batallón de soldados, todos liberados por la famosa hormiguita.

La figura original la realizó el escultor González Pintado en el solar de San Ambrosio, ayudado por Julián Moreno en los trabajos de escayola y por Luis González en los elementos de cartón piedra. La plataforma, tirada por bueyes en el inicio, en la que se asienta el Tío Tragaldabas, fue realizada por Lucio Martín, el tobogán interior Tomás Ruiz y la capa la Casa Castilla.

El Tío Tragaldabas original en 1948 - Foto aportada por Joaquín Díaz

El cuerpo del Tragaldabas, realizado en cartón piedra, iba ataviado con el traje popular de los campesinos vallisoletanos, cubierto por una gran capa castellana de paño real, y con un sombrero de tipo pavero, de ala ancha recta y copa cónica. Aparece en la plataforma sentado delante de una mesa y con la boca abierta, dispuesto a comerse una gran tarta. En la parte delantera están las escaleras, por las que los niños suben para meterse en su boca y deslizarse por el tobogán.

Su primera aparición en las fiestas vallisoletanas fue el 15 de septiembre de 1946. Es de suponer que al principio da algo de miedo a los niños, miedo que luego se convertiría en disfrute al lanzarse por el tobogán.

Con el tiempo, la figura fue modificada debido a su mal estado llegando a su apariencia actual.

El Tío Tragaldabas en 2022

En 1992, el Ayuntamiento decide dar una compañera al Tragaldabas. El encargo de la Tía Melitona, nombre inspirado en una jota castellana, fue realizado por la Casa de Oficios de la Madera e hizo su primera aparición pública en las fiestas de San Pedro Regalado de aquel año .

El Tío Tragaldabas, en la actualidad, acompañado de la Tía Melitona

Foto de El Norte de Castilla Digital - Fuente: Antonio Quintero 02/09/2011 19:57:56

Hoy, el Tragaldabas y la Melitona son un emblema de las fiestas de la ciudad, y no creo que haya ningún vallisoletano que no haya sido “tragado” alguna vez por alguno de los dos.

Información obtenida de:

Artículo de J.M. Travieso. Registro Propiedad Intelectual - Código: 1109039985230

El Norte de Castilla - 19-08-2011