Carlos Barrasa Urdiales nació en Quintanilla de Abajo el 4 de Noviembre de 1910.

Su primer maestro de música fue su propio padre, organista en la Iglesia parroquial de Quintanilla.

Se graduó como maestro en la Escuela Normal de Valladolid.

Comenzó estudios de Filosofía y Letras, que no terminó, y realizó sus estudios musicales en Polifonía y Pedagogía Coral en Valladolid con Julián García Blanco,  y posteriormente en Armonía , Estética y Composición con Ramírez Angel y Roberto Plá en Madrid.

Contrajo matrimonio con Carmen Benito Arranz el 29 de Marzo de 1940, con la que tuvo cuatro hijos: Carlos, Javier, Mercedes y Fernando.

La música era su pasión, pero los ingresos familiares venían de su trabajo como funcionario del Cuerpo Superior de Policía, donde llegó a Comisario de 1ª.

Se hizo cargo de la Coral Vallisoletana en 1950, tras la retirada del maestro García Blanco, y permaneció en ella  hasta su fallecimiento. Al ponerse frente de la Coral su meta era superar la etapa de estancamiento y olvido en la que había caído la Coral en la posguerra.

La coral de Barrasa permitió que los más celebres oratorios, misas y cantatas que se interpretaban con asiduidad en Madrid o Barcelona pudieran escucharse por primera vez en Valladolid: los Requiem, de G. Verdi, de W. A. Mozart, y de L. Cherubini; Novena sinfonía, Misa en Do mayor y Fantasía para piano, orquesta y coro, de L. van Beethoven; Gloria y Magnificat de A. Vivaldi; El Mesías, de G. F. Haendel; Oratorio de Navidad, Magnificat y Cantata 147, de J. S. Bach; La Creación, de J. Haydn; La Atlántida, de Falla/Halffter; Palabras de Cristo en la Cruz, de Dubois, y un largo etcétera.

A la Coral de Barrasa se debe también el estreno en Madrid de Carmina Burana, de C. Orff, y el estreno absoluto de Missa Paschalis, de M. Alonso; In expectatione resurrectionis Domini, de C. Halffter; Himno de los neófitos de Qumram, de J. Rodrigo y Poema de la Resurrección, de J. Altisent.

Desde su fallecimiento se celebra anualmente un concierto en su memoria. En el del 25 de Febrero de 2011, con motivo del centenario de su nacimiento,  se celebró un concierto extraordinario conjunto de ambos Coros.

Después de esta pequeña biografía, quiero transcribir unas palabras que me envió recientemente uno de sus hijos, y que me hizo ver que su padre tenía que aparecer en este apartado de "Vallisoletanos". Gracias Carlos:

"la aportación de mi padre Carlos Barrasa Urdiales a Valladolid fue muy importante, ya que contribuyó a la divulgación de la música coral mediante la creación y actuaciones de la Coral Vallisoletana y el Coro Universitario, tanto en el ámbito nacional cómo en el internacional, llevando siempre con orgullo el nombre de nuestra ciudad."