Hablando con personas de otras ciudades y, por desgracia, con muchos vallisoletanos, cuántas veces hemos escuchado la frase: “ pero, ¿ que tiene Valladolid? ”. Es verdad, no tenemos un acueducto, ni una gran catedral gótica, ni mar, ni siquiera una montañita para esquiar, no tenemos, no, ¡que gran desgracia!.

Tuvimos si, tuvimos palacios, grandes complejos conventuales, iglesias, puertas y arcos, que quedaron arruinados por la invasión francesa, por la dejadez, por falta de dinero o simplemente por la especulación o por la “necesidad” de derribarlos para abrir nuevas calles y construir modernos edificios.

Tuvimos un barrio de la judería, tuvimos calles plagadas de casas señoriales construidas alrededor de la Corte, cuando Valladolid fue capital política con Carlos I o Capital del Imperio Español entre 1601 y 1606, que de estar hoy en pie, seguro formarían un gran casco histórico.

Pero, quizás la gran desgracia no sea lo que no tenemos o no supimos conservar, quizás la gran desgracia vallisoletana es no saber apreciar y muchas veces desconocer, lo que sí tenemos.

Entre otras muchas cosas, la lista es demasiado larga, tenemos dos joyas de fachadas como la de San Pablo o la del Colegio San Gregorio, tenemos museos únicos como el Nacional de Escultura o el de Arte Oriental, tenemos monasterios como el de las Huelgas Reales, el de San Quirce o las Descalzas Reales, tenemos bellos palacios como el Real, Pimentel, Fabionelli o Santa Cruz, tenemos iglesias magníficas como La Antigua, Las Angustias, San Miguel, la Vera Cruz, Santiago o La Magdalena, tenemos la Academia de Caballería, el Ayuntamiento y la Universidad, tenemos teatros preciosos como el Calderón, Zorrilla o el cerrado Lope de Vega, tenemos edificios como la Casa Mantilla o la Casa del Príncipe, tenemos una gran Plaza Mayor porticada y un encantador Pasaje Gutiérrez, tenemos un Campo Grande que muchas ciudades quisieran, tenemos, si que tenemos.

Valladolid tiene en la actualidad más de treinta iglesias, monasterios o conventos construidos entre el siglo XI y el XVIII, que guardan verdaderos tesoros de la imaginería, Valladolid tiene siete grandes palacios con preciosos patios, Valladolid tiene al menos cinco museos, más que interesantes, Valladolid tiene una Semana Santa impresionante, Valladolid tiene mucha historia, Valladolid tiene, claro que tiene.

Nuestra ciudad tiene mucho que ver y visitar, ahora solo nos falta abrir las puertas, muchas veces cerradas, para poder hacerlo y así conocer nuestro gran patrimonio, de forma que cuando alguien nos diga la tan traída frase: “ pero, ¿ que tiene Valladolid?”, podamos contestar convencidos: “VALLADOLID TIENE MUCHO QUE VER”.

24-04-2015

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