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Es quizás el monasterio más antiguo de Valladolid, ya que se le supone creado en 1247 por una compañera de Santa Clara, bajo la advocación de Todos los Santos, que luego cambiaría por la de la Santa.

El convento primitivo estaba situado en el mismo lugar actual, que entonces era extramuros de la villa.

En el plano de Ventura Seco de 1738, todavía se ve la gran extensión de terreno que ocupaba el convento con sus huertas. Pasados los años, irían vendiendo los terrenos que recorre la tapia en el plano, conservando actualmente los terrenos de la parte central y del convento. Esas ventas dieron lugar a la edificación de bloques de viviendas que hoy conforman parte de las calles Cerrada, Portillo de Balboa y Tirso de Molina.

La iglesia primitiva es la misma que ahora sirve de coro bajo, en la que hay dos capillas; una fundada por Inés de Guzmán, condesa de Trastámara, y la otra por Alfonso de Castilla, hijo natural de Pedro de Castilla.

La iglesia en los años 50 del siglo XX,

cuando conservaba parte del antiguo convento

La iglesia actual fue construida hacia 1495 gracias a Juan Arias del Villar, que fue obispo de Segovia, Sigüenza, Osma, Oviedo y Presidente de la Real Chancillería de Valladolid.

Está realizada en piedra, en un estilo gótico sencillo. La fachada con contrafuertes exteriores, sin decoración y con cuatro pequeñas ventanas.

La portada es también de piedra con arco de medio punto, y sobre ella una hornacina con la imagen de la santa.

El interior es de una sola nave de gran tamaño, con coro bajo y alto.

En el primer tercio del siglo XVIII, la cubierta primitiva del templo con artesonado de madera y bóveda de crucería, se sustituyó por las yeserías barrocas que presenta hoy.

En 1742 se concluyó la restauración o reconstrucción realizada por Fray Antonio Pontones.

En la capilla mayor, en el lado izquierdo, está un conjunto funerario del siglo XVI, con esculturas yacentes de alabastro de Pedro Boniseni y su hermana Isabel, que adquirieron el patronato de la capilla en 1525. En los sepulcros se leen los epitafios en los que se indican las fechas de sus fallecimientos, 8 de septiembre de 1581 él y  18 de septiembre de 1580 ella.

En el lado derecho, el de la epístola, está la antigua pila bautismal, y otros dos sepulcros, uno de ellos con la estatua yacente de Juan de Nava, fallecido en 1590, y en su epitafio dice:

"Aquí yace Juan de Nava, caballero del hábito de Santiago, gentil hombre de boca de su Majestad, hijo de Pedro Nava, del Consejo de los Reyes Católicos, y de Juana Ondegardo: están enterrados en la capilla de Santa Catalina de San Francisco de esta Ciudad".

La tres estatuas yacentes son de una gran calidad y realismo, tanto en los ropajes como en los rostros y detalles.

RETABLOS

El retablo mayor, realizado por Pedro de Correas en 1732, es de estilo barroco. Consta de zócalo, dos cuerpos y ático. Las Calles están separadas por columnas, dobles en la parte central. En el se encuentran las tallas de Santa Clara en el centro y a sus lados Santo Domingo de Guzmán, San Francisco de Asís y dos Santas franciscanas. En el ático San Miguel Arcángel y dos ángeles.

Situados en el cuerpo de la iglesia hay otros dos retablos:

Uno con la imagen de la Asunción

y el otro con Cristo Crucificado.

Bajo el coro hay otros dos pequeños retablos con las imágenes de San José y de San Antonio de Pádua.

Según algunos historiadores, ya que no está a la vista, la sillería del coro bajo está presidida por unas escultura de la Inmaculada de Gregorio Fernández, un crucifijo gótico del S. XVI, y un calvario gótico del S. XIII.

Fuentes consultadas:

"Valladolid Recuerdos y Grandezas" de Casimiro G. García-Valladolid.

"Guía de Arquitectura de Valladolid" dirigida por Juan Carlos Arnuncio Pastor

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