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El Condestable de Castilla Rui López de Dávalos donó estos terrenos donde se fundó el templo original en 1407. Constaba de una sola nave con cinco capillas.

Esta primitiva  iglesia se sustituyó por la actual a mediados del XVI, en 1550 figura en una bula papal en la que se concede el préstamo para su construcción.

La construcción se realizó en dos etapas, la primera es tardogótica y se inspiró en la Colegiata de Villagarcía de Campos.

En  la segunda etapa, 1619, se continuaron las obras con los planos del arquitecto Diego de Praves y se finalizó la fachada principal de estilo clasicista, en la que se encuentran las armas de los condes de Villamediana.

La construcción finalizó en 1627.

La iglesia de es de una sola nave con forma rectangular y con cinco capillas a cada lado entre los contrafuertes. El coro se levanta sobre bóveda de aristas.

Adosadas a la iglesia se construyeron varias capillas funerarias, hoy desaparecidas, una de ellas era la del banquero de origen italiano Fabio Nelli,

El conjunto conventual se amplió en años posteriores,  con la compra de terrenos de alrededor dada la importancia que tenía, y que duró hasta el siglo XIX.

En 1801, durante la invasión napoleónica,  el conjunto conventual, sirvió de albergue para las tropas francesas, dejándolo a su marcha en muy mal estado y despojado de todo los objetos de valor.

En 1814 vuelve a su actividad conventual con tan solo cuatro monjes, y en 1835 con la Desamortización fue desmantelado, finalizando así la actividad monacal.

Durante el siglo XIX, ya en bastante mal estado de conservación, algunas partes del conjunto conventual fueron derribadas y otras cedidas para uso militar como cuartel, granero o panadería.

Ya en estado de ruina, en 1925 se trasladó el claustro al Museo Arqueológico, después al Campo Grande y por último a la calle Cadenas de San Gregorio junto al Museo Nacional de Escultura. En la actualidad, tras la restauración, se encuentra como elemento arquitectónico adosado al edificio.

En 1942 pasó la propiedad al Ayuntamiento de Valladolid, permaneciendo desde entonces prácticamente abandonado, y en ruinas, siendo utilizado hasta de almacén de coches para el desguace o de aparcamiento.

San Agustín abandonado y su exterior utilizado para aparcar

San Agustín en 1973 utilizado como depósito de coches para el desguace

Fotografías conseguida en la red sin indicación de autor o procedencia

Entre los años 2000 y 2002 se realizaron excavaciones arqueológicas a su alrededor, y en el año 2002 se acometió su restauración para albergar el Archivo Municipal, devolviendo a su lugar parte del claustro desmontado años atrás.

El interior en la actualidad, al fondo está ubicada la sala de exposiciones

Fue inaugurado en el año 2003, siendo utilizado también como centro de consulta y sala de exposiciones.

Fuentes consultadas:

"Valladolid Recuerdos y Grandezas" de Casimiro G. García-Valladolid.

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