A finales del siglo XIX surge en la ciudad un nuevo barrio obrero habitado por inmigrantes llegados en la mayoría de los pueblos de la provincia, para trabajar en la incipiente industria vallisoletana, es La Pilarica.

Dado que las iglesia de la Magdalena y de San Juan eran las más cercanas, se piensa en la construcción de una nueva iglesia en el barrio y así favorecer la asistencia de los feligreses del otro lado de la vía del ferrocarril.

A principios del siglo XX, Rafael Cano Rodríguez-Cairo, Catedrático de Derecho en la Universidad de Valladolid, junto con su esposa Tadea de Prado y Beltrán, decidieron costear la construcción del nuevo templo.

El arquitecto Teodosio Torres, autor entre otros de los planos del Instituto Zorrilla, la Plaza de Toros y del Hospital Provincial presentó un proyecto que no se llegó  a realizar, siendo el escogido el presentado por el arquitecto municipal Juan Agapito y Revilla.

El benefactor Rafael Cano falleció el 30 de abril de 1905, no llegando a ver el comienzo de la construcción que se inició en 1906, teniendo como contratista de obras a Eugenio Morales y como administrador a Julián Prado, hermano de la esposa del fallecido.

Fue consagrada e inaugurada el 12 de octubre de 1907.

El templo es de estilo neogótico, ya que en aquel momento se tenía la idea de que el gótico era el estilo arquitectónico más apropiado para los templos.  Poco antes, en 1896, se había inaugurado la iglesia de los Jesuitas en la calle Ruiz Hernández también en este mismo estilo, aunque sufrió peor suerte, ya que fue derribada a principio de los años 70.

La iglesia, construida en ladrillo sobre zócalo de piedra de sillería, es de una sola nave de cruz latina dividida en cinco tramos, y con ábside poligonal.

En la fachada, la puerta de entrada y sobre ella una ventana realizada en estilo gótico. Está rematada por una espadaña con arcos ojivales para las campanas.

El interior, con bóvedas de crucería apoyadas en pilares unidos al muro, tiene ventanas ojivales de gran tamaño para iluminar el interior.

En el ábside hay un retablo neogótico en madera en el que se encuentra la Virgen del Pilar.

Se convirtió en parroquia en 1968, siendo declarada Bien de Interés Cultural (BIC), en 1994 y totalmente restaurada en 1999.

Delante de la iglesia y después de derribar algunas casas molineras se formó una pequeña plaza, que por acuerdo del Ayuntamiento de 27 de Diciembre de 1907 lleva el nombre de Rafael Cano, quién junto con su esposa están enterrados en en interior del templo que hicieron construir.

Fuentes Consultadas:

"Guía de Arquitectura de Valladolid" dirigida por Juan Carlos Arnuncio Pastor

"Las Calles de Valladolid" de Juan Agapito Revilla, edición facsímil editada por Grupo Pinciano

Wikipedia

15-11-2019

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