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En 1888 un grupo de vallisoletanos aficionados, comerciantes e industriales, constituyeron una sociedad anónima denominada "Sociedad Taurina de Valladolid, S. A." para plantear la necesidad de la construcción de un plaza de toros acorde con la ciudad.

Los estatutos de la nueva sociedad se inscribieron en el Registro Mercantil el día 12 de Marzo de 1901, con una capital social de 250.000 pesetas y el Consejo de Administración lo presidían los señores Santos Vallejo y Briñas Enciso

Finalmente se acordó su construcción en la intersección de la Cañada de Puente Duero (hoy Paseo de Zorrilla) con la antigua Carretera de Salamanca (hoy calle Puente Colgante) en un  solar de 16.557 m.²

El proyecto fue presentado el 12 de diciembre de 1888, realizado por D. Teodosio Torres López, arquitecto de la Diputación Provincial, natural de Villalón de Campos y autor, entre otros edificios de la ciudad de Valladolid, del Instituto Zorrilla. Los constructores fueron D. Federico Paradejordi y D. Martín de Requesens.

La plaza se inauguró el 20 de septiembre de 1.890, por los diestros Rafael Molina “Lagartijo”, Manuel García ”El Espartero” y Rafael Guerra “Guerrita”, con toros del marques de Saltillo; el primero que saltó a la plaza fue “Aguilillo” cuya cabeza disecada se conserva en las oficinas de la plaza.

 Los elementos de fundición procedieron de la de Leto Gabilondo, de Valladolid, y todos los trabajos de pintura los realizó Andrés Gerbolés Villán.

Se trata de un edificio de estilo neomudejar constituido por un polígono de 50 lados y construido en ladrillo, piedra, hierro y madera que posee una elegante fachada de ladrillo con pilastras, arcos ciegos, dos impostas y ventanas en arco de medio punto, sencillas en la primera planta y dobles en la segunda, rematada por una airosa crestería, obra de Leocadio Cilleruelo.

El graderío original era de madera, sobre una ligera estructura del mismo material.

La cubierta, de madera y teja plana, está sostenida por columnas de hierro rematadas por arcos apuntados.

El diámetro del ruedo es de 50 metros y el callejón tiene una anchura de 2 metros, separado de los tendidos por  un zócalo de piedra con antepecho de hormigón rematado por dos cables de acero con soportes de hierro y del ruedo por una barrera de tableros de madera encajados en pilarotes de hormigón, con 4 burladeros y 5 puertas dobles de acceso ruedo: de cuadrillas, de arrastre, de presidencia y dos auxiliares; así como una sencilla de toriles.

En los años 80 se construyó anexo un edificio para taquillas y en 1.991 se dota un espacio para capilla (elemento del que carecía la plaza).

Tras varios arreglos puntuales se acometió en 1997 la rehabilitación total de la plaza, sustituyéndose toda la estructura de madera de las gradas y escaleras por material ignífugo, se restaura la cubierta y la fachada y se adecuan todas las medidas de seguridad de los espectadores. Las obras, con un presupuesto de cerca de 300.000.000 de pesetas, fueron ejecutadas por la empresa vallisoletana Zarzuela, S. A. bajo un proyecto de los arquitectos D. Fermín Vicente y D. Mauricio Rodríguez. Esta remodelación  hizo reducir el aforo de la plaza, que actualmente es de 10.475 espectadores frente a los 11.542 que tenía en el diseño original.

En 1.999 se acondicionó la explanada exterior, con la construcción de un aparcamiento subterráneo, la urbanización de la zona y la inauguración del monumento a Fernando Domínguez. En el año 2002 se reformó el edificio de oficinas y se trasladaron las cuadras al patio de arrastre. En el año 2003 está prevista una remodelación de los patios de cuadrillas y arrastre así como el traslado de las taquillas al edificio de nueva construcción, aledaño a la plaza, cuyos bajos también se destinarán a albergar el futuro museo taurino municipal.

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