Dada su proximidad con el Palacio Real y con el complejo conventual de  San Benito el Real, la Calle San Ignacio, desde muy antiguo fue una calle importante de la ciudad, allí estuvo el Hospital de la Caridad, el colegio de San Ignacio con su iglesia adjunta, hoy parroquia de San Miguel y San Julián, y está desde 1521 el monasterio de la Inmaculada Concepción.

Y claro, en calle tan importante no podían faltar las residencias de las clases pudientes, como el palacio del banquero Fabio Nelli, el Palacio del Marqués de Valverde y el que nos ocupa, la Casa de los Fernández Muras o de los Arenzana.

La casa fue construida en el siglo XVI, y por una descripción de la linde del que luego sería Palacio del Marqués de Valverde, se sabe que en 1566 pertenecía a un tal Antón Arias.

Lo que si se sabe, es que en 1723 vivía en ella Manuel de Arenzana, escribano de cámara de la Audiencia. En 1763 estaba habitada por su hijo Manuel Antonio de Arenzana, regidor perpetuo de Valladolid y Segovia. Esta familia mantuvo la propiedad, ya como condes de Fuentenueva de Arenzana, desde 1789 hasta 1852 que falleció sin herederos la segunda Condesa de Fuentenueva, quién en su testamento dejó la casa a sus criados Francisco Alvarez Gil y su esposa Micaela Antón. En 1899, su hija, mantenía la propiedad de la casa junto con su esposo  José Hornedo Huidobro.

La fachada es de piedra de sillería con portada en arco de medio punto formado con dovelas de grandes dimensiones. A la derecha de esta puerta hay otra pequeña que en su momento daría acceso quizás a las bodegas. Tiene balcones en el principal y el primer piso, y en el piso superior, la solana, diez ventanas.

En el libro de Jesús Urrea "Arquitectura y Nobleza" indica al hablar de la fachada:

"creemos que en realidad se trata de la unión de dos casas, a juzgar por las señales que se aprecian en la fachada, tanto en su cornisa como en las diferentes hiladas de piedra. El escudo de los Arenzana, no de la familia gallega Fernández de Muras como se ha dicho, se colocó, a manera de grapa, justamente donde las dos partes de la fachada se unen".

El escudo lo describe así en el mismo libro:

"Cuartelado por cruz de San Juan; en el primero, dos castillos con banderas en sus torres; en el segundo, dos medias lunas con las puntas hacia la derecha, rodeadas con trece estrellas; en el tercero, un león rampante y coronado; y en el cuarto, un oso atado con una cadena a un tejo. Bordura de trece escudos con la cruz de Santiago y otras tantas conchas. Rematado por yelmo con cabeza de hombre barbado y coronado y a su alrededor trece banderas con la media luna".

Por la puerta principal se accede al zaguán y pasado este,

a un pequeño pero bonito patio porticado, con escalera abierta en su esquina izquierda.

En el BOE nº 198 del 19 de agosto de 1997 se publicó el Decreto 144/1997, de 3 de julio, por el que se declaraba esta casa "bien de interés cultural, con categoría de monumento".

Una vez restaurada y acondicionada, alberga oficinas y viviendas hasta la actualidad.

Fuentes consultadas:

"Arquitectura y nobleza: casas y palacios de Valladolid" de Jesús Urrea

"Las Calles de Valladolid" de Juan Agapito Revilla, edición facsímil editada por Grupo Pinciano

14-05-2021

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